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El trabajo como lo conocíamos a principios de siglo ha cambiado, pero debemos tomar una serie de decisiones para mejorar permanentemente en las empresas

Nuestra experiencia laboral ha cambiado drásticamente durante los últimos 15 meses.

El trabajo remoto ha sido una respuesta necesaria a los desafíos planteados por el COVID-19 y ha permitido que muchas de las personas, capaces de realizar su trabajo desde casa, hayan permanecido trabajando mientras que las oficinas han estado cerradas por la pandemia.

Ha sido una transición que dista mucho de ser perfecta, pero este nuevo trabajo, habilitado digitalmente, parece que tiene una evolución en el futuro y la experiencia de los empleados debe ser considerada.

Sin embargo, la capacidad de dividir nuestro trabajo entre la oficina y nuestros hogares plantea una serie de preguntas difíciles para las empresas.

¿Cómo se van a gestionar las nuevas formas de trabajar a largo plazo?

Ahora que el mundo está empezando a desbloquearse, las empresas necesitan saber cómo afrontar los retos del trabajo, poniendo el foco en un horizonte a varios años , especialmente si gran parte de la fuerza laboral va a estar muy distribuida

Surgen estas dos preguntas:

  • ¿Cómo construimos y mantenemos la cultura corporativa cuando la oficina ya no es el epicentro de la jornada laboral?
  • ¿Cómo gestionamos la experiencia de los que tienen y no tienen que trabajar a distancia, para que los empleados, independientemente de que tengan los recursos técnicos para trabajar de forma remota, también puedan beneficiarse de las promesas del trabajo flexible?

Aparece un riesgo si se crean trabajadores de “dos niveles”, aquellos que pueden trabajar desde casa, de manera híbrida, que se benefician de mucha flexibilidad y, aquellos que tienen que asistir al lugar de trabajo físico, que tendrían muy poca.

La tecnología ha ofrecido una solución intermedia para el trabajo remoto masivo durante el último año, pero las aplicaciones y las plataformas de software no son la respuesta integral a un cambio permanente en la forma en que trabajamos.

También está el hecho de considerar que, si bien la tecnología ha hecho posible y hace posible el trabajo remoto, también ha puesto a prueba nuestros límites de cuánto compromiso digital podemos soportar cuando la vida limita otras formas de escapismo.

Innovación controlada para conseguir una mejora continua de las organizaciones

Los empleados en el mundo remoto ya son más propensos a ser víctimas de distracciones digitales o sobrecarga virtual, nos vemos obligados a asistir a más videoconferencias que nunca, lo que lleva a una forma de agotamiento digital comúnmente conocido como ‘fatiga del zoom’. En muchos casos, nuestra vida laboral y familiar se han transformado cada vez más en una.

A medida que los trabajadores están en un entorno más digital, aumenta la posibilidad que las empresas implanten soluciones de monitorización de la productividad y otras herramientas de evaluación del desempeño.

En este sentido, los trabajadores pueden llegar a sentirse excesivamente monitorizados, aumentando su estrés, reduciendo la calidad de su trabajo y su compromiso con la compañía. Se debería evitar, el pasar del presentismo en el lugar de trabajo físico al del trabajo digital.

Afortunadamente, la mayoría de las empresas parecen dar relevancia a priorizar el bienestar de su fuerza laboral y, por tanto, ponen la clave en la satisfacción laboral, la productividad y la retención de los mejores talentos.

Esta experiencia laboral postpandemia debería conducir a prestar más atención a cómo el trabajo encaja en y alrededor de la vida de los empleados en su conjunto, en lugar de simplemente lo que sucede dentro del horario, hasta ahora llamado “de oficina”.

El paradigma de crecer en tecnología a costa de optimizar las dimensiones de los centros de trabajo

Por otro lado, el espacio de las oficinas necesitará una reconsideración; no solo en su diseño, sino también, en cómo se puede utilizar mejor para una fuerza laboral híbrida. La oficina debería pasar a verse como un centro para la creación de equipos y la colaboración, mientras que el trabajo individual y «enfocado» es más probable que se lleve a cabo en casa.

En resumen, las políticas de trabajo híbrido no solo deben centrarse en dónde pueden trabajar las personas, sino también en cuánto control tienen los empleados sobre sus trabajos y oportunidades para desarrollarse y progresar, particularmente a medida que el cambio al trabajo remoto cambia la naturaleza de ciertos roles.

Las empresas, necesitan maximizar el potencial del aprendizaje y el desarrollo en línea para que las personas tengan la oportunidad de desarrollar las habilidades que necesitan a medida que sus trabajos se adaptan o cuando sus trabajos se adapten.

Si las organizaciones están invirtiendo en tecnología de una manera que está cambiando la forma en que se diseñan, producen o entregan los productos o servicios, entonces deben asegurarse de que están capacitando a sus trabajadores.

Un punto, ya enunciado en párrafos anteriores, es la flexibilidad en las horas de trabajo de los empleados, especialmente para aquellos empleados que no pueden trabajar de forma remota. En este caso, las empresas deberán esforzarse en cosas como tiempo flexible o horas comprimidas, o trabajo compartido o tiempo parcial.

La evidencia sugiere cada vez más que aquellas empresas que ofrecen una mayor flexibilidad, incluida la capacidad de trabajar de forma remota, probablemente atraerán y retendrán a los trabajadores más calificados.

¿Qué sucede con los trabajadores tecnológicos?

Estos trabajadores, en particular, son cada vez más selectivos sobre dónde trabajar.

Después de un año de rápida transformación digital en todas las industrias, la demanda de profesionales con habilidades en la nube, la ciberseguridad y el desarrollo de software está alcanzando su punto máximo.

Si a esto le sumamos el hecho de que estos trabajadores, cada vez más, quieren trabajar de forma remota, y potencialmente cambiarán de rol si les permite hacerlo, es lógico pensar que las políticas de trabajo flexible son cruciales para atraer a los mejores profesionales digitales.

En Tritón somos consultores de tecnología y ayudamos a las compañías a emprender el camino de las Transformación Digital de sus organizaciones, con planificación y control de todas las fases del proyecto.

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